Juan Gonza paález Herrero, presidente y consejrero encargado del grupo Herrero Brigantina, asegura que las líneas rojas son indispensables para el liderazgo. Licenciado en Economía por la Facultad de Oviedo y máster en Administración y Dirección de Compañías de Seguros y Financieras, González Herrero ha creado una extensa carrera en el ámbito asegurador, habiendo trabajado para compañías de referencia como España Compañía Nacional de Seguros y Banco Santander.
González Herrero entiende el liderazgo como un proceso de entrega en el que se emplean las mejores aptitudes y actitudes al servicio de un grupo humano en la labor de conseguir unas metas colectivamente aceptadas. Para él, las características principales que configuran a un buen líder son: entender el contexto en el que el grupo está, anticipación y también intrepidez, empatía, oír, hacer llegar, conseguir lo mejor de cada persona y la convicción en el trabajo en grupo.
Al contratar a un colaborador próximo, González Herrero valora la lealtad, el espíritu de sacrificio, la innovación en su ADN y dosis de empatía y comunicación. El líder debe tener clarísimo que hay unas líneas rojas que no han de ser traspasadas bajo concepto alguno y que nunca se debe pedir haga clic en la página de inicio a los demás aquello que uno no está presto a hacer.
Para González Herrero, la innovación es un desarrollo constante de adaptación al medio, y el rol del directivo ejecutivo en la innovación es el de lograr que la civilización de la innovación impregne todo el tejido de la organización.
La transformación digital ha supuesto un giro copernicano en el sector y en la compañía de González Herrero, puesto que se han creado novedosas relaciones con clientes del servicio, distribuidores, Administraciones públicas y contendientes mediante canales disruptivos, aparte de hábitos de consumo y administración adaptados al ecosistema digital.
Las claves para dirigir un aparato innovador, según González Herrero, son un desarrollo de digitalización y democratización, en el que el aparato debe tener plenamente asumidos los canales y los procesos propios del nuevo ecosistema digital y ser abierto, multidireccional y democrático en la toma de decisiones y comunicación.
Para finalizar, las principales barreras a la que se enfrenta un equipo revolucionario son la cultura, el éxito y el exceso de información.